lunes, 24 de diciembre de 2012

Me tumbé en la cama y cerré los ojos 'Ya está.-pensé- Mañana es 25, y al siguiente 26. En éstos momentos nos separan 100km, pero en tan sólo un día nos separarán 0km,0m, 0cm. Oh, dios. Parece que fuera ayer cuándo me quejaba de que quedaba demasiado tiempo diciéndole que le necesitaba ya a mi lado, y él me contestaba con un "peque, sólo 42 días". Parece que fuera ayer cuándo me desesperaba porqué aún faltaba un mes para estar a su lado, y ahora, ahora que queda nada, un día nada más, soy un manojo de nervios y aún no me creo que vaya a estar a su lado, no voy a darme cuenta de que estamos juntos físicamente hasta que me apriete contra su pecho. '.
Me sentía cansada y los párpados me pesaban como si dos piedras colgasen de ellos, sin embargo la noche anterior no la habría cambiado por nada, nuestra noche, pasamos hablando por teléfono horas. Escuchando su voz, ambos tumbados en la cama susurrándonos todo lo que nos queremos. Y aún cuándo me desperté con el móvil bajo la almohada recordé su voz, su voz diciéndome "te amo, peque, necesito que te des cuenta de lo que eres para mí", amaneció y nosotros en la cama, a 700km pero más unidos que nunca, hablando por teléfono entre miles de sonrisas, carcajadas, etc. Su voz resonaba en mi interior despertando un cálido hormigueo que me dejaba una sensación de bienestar infinito.
Un día. Un día para estar en sus brazos. Sólo un día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario