jueves, 21 de febrero de 2013

Me mira de reojo y sonríe, yo miro hacia la cam y le mando un beso, él vuelve a sonreír y me responde con otro. Volvemos a centrarnos en la película, aunque de vez en cuando vamos mirando la esquina del ordenador en la que se sitúa el otro.
Los créditos empiezan indicando que la película ha terminado, cerramos el link a la vez y nos mandamos un beso, miles de te quiero se dicen en miradas, escritos o en un movimiento de labios. Sonrío y miro la hora, la 1:07 de la madrugada. 8 días, 8 días para perderme en su mirada, en sus brazos y en sus labios. 8 días para poder robarle todos los besos de los que disponga, y sé que él no opondrá resistencia.
Suspiro y maldigo los kilómetros que nos separan, que aunque sé que no impiden que nos amemos con locura, no estaría de más poder besarle más a menudo, o poder mirarle a los ojos sin que haya una cam de por medio, o poder escuchar su voz susurrarme un "te quiero" sin que sea una grabación del móvil.Durante dos segundos maldigo todas las razones por las que no puedo darle un beso de buenos días cada mañana, pero antes de que la cosa vaya a peor, él pone una cara rara y me manda un beso, sonrío y le devuelvo el beso, y vuelta a empezar. Pasan los minutos y van sumándose las sonrisas, los besos y los 'te quiero' a cada lado de la pantalla. Siento cosas por él que jamás había sentido por nadie, un leve cosquilleo en todo el cuerpo y una impotencia constante de no poder abrazarle cada segundo que pasa, es capaz de hacerme sentir mil cosas cuando sonríe y de ponerle color a mi vida con solo una palabra. Algo dentro de mí me dice que estamos hechos el uno para el otro, que todos los errores y las decisiones que he ido tomando a lo largo de esta vida han sido para acabar, por casualidad, conociéndole a él. Llamémosle destino pero estoy convencida de que conocemos a la gente que se supone que debemos conocer cuando llega el momento apropiado, las coincidencias no existen, el universo es demasiado meticuloso para dejar las cosas al azar. Y tal vez por eso, le encontré cuando más le necesitaba, cuando más perdida estaba.

PD: Te quiero.

lunes, 11 de febrero de 2013

La profesora de plástica gritaba pidiendo silencio mientras nadie le hacía caso y miles de voces diferentes inundaban la clase. Yo trazaba líneas grises con el pincel en la lámina, la chica de al lado me contaba cosas aunque yo no le hacía demasiado caso, estaba inmersa en mis pensamientos.
- Estoy enamorada. -dijo en un susurro sin apartar la mirada del pincel.
- ¿De quién? -pregunté, mirándola de reojo antes de seguir pintando.
- No es posible, él vive a 30km de mí.-dijo suspirando, sin responder a mí pregunta.
- Cuando quieres a alguien, los kilómetros dan igual. -dije pensando en él, en nosotros, pensando que si quieres a alguien todo da igual. -además, 30km no es prácticamente nada.
- No. Las relaciones a distancia nunca funcionan. ¿Cómo puedes estar con alguien sin besarle, sin poder demostrarle que le amas? -dijo, dejando el pincel y mirándome.
Me limité a encogerme de hombros y pronunciar en un susurro un simple "no sé", aunque sí sabía.
El amor va más allá de los besos y las caricias, ¿cuántas veces hemos besado a alguien sin amarle? ¿Y cuántas veces hemos amado a alguien sin besarle? He aquí la respuesta. El amor no se demuestra con un beso o una caricia, no se necesita estar al lado de esa persona para demostrarle que le amas, él me lo demuestra a diario todos los días con 700km de por medio. Pero hay gente que cree que el amor es imposible si hay distancia. No saben qué es que lo más parecido a una conversación cara a cara sean conversaciones con la web cam y una llamada telefónica, no saben qué es ir contando los días y los meses para volver a mirarle a los ojos sin que haya una pantalla de por medio. Y tal vez jamás lo sepan, y no saben la suerte que tienen, porqué tener a la persona que amas a 700km de ti es una de las torturas más grandes. Aunque tal vez gracias a eso, un contacto de manos o una caricia significan tanto para nosotros, porqué son caprichos de los que pocas veces podemos saciar.

PD: A 33 días de un beso.