jueves, 20 de diciembre de 2012

Creo que hay días que deberían estar marcados en el calendario de fucsia. Todos esos días horrorosos que te preguntas por qué vienen todos los problemas tan concentrados en un día, por qué no se pueden repartir en varios. Esos días que te levantas feliz y acabas deseando que termine el día cuando no ha hecho más que empezar para tumbarte en la cama y llorar hasta que te quedes dormida. Esos días que solo tienes ganas de llorar, de mandar a la mierda al mundo, de desaparecer. Esos días que crees que no pueden ir a peor, pero que se acaban superando. Esos días que solo quieres que el mundo te olvide, ser invisible, leer un libro o ver una película y llorar, sobretodo llorar, escuchar música deprimente que describe cómo estás y pensar que tu mundo se está derrumbando y no puedes hacer nada por salvarlo. Sinceramente creo que esos días deberían ser optativos, que sí, que te harán más fuerte y todo lo que tú quieras, pero no soy fuerte, esos días me pueden, igual sí que me hacen fuerte, pero después de todos esos días de color fucsia que he vivido en los últimos años sigo igual de débil que al principio. Sí, definitivamente creo que deberían contarte cómo va a ser ese día y tener la opción de no levantarte si no quieres vivirlo, llamadme cobarde por huir de mis problemas, pero un disgusto que me ahorro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario