sábado, 16 de noviembre de 2013

Noches de Noviembre

Es curiosa la manera que tengo de romperme; de rompernos. No sé cuánto tiempo hace que no vivo, que no siento. Supongo que desde el último palpitar de mi pecho. Yo morí en un coche negro una noche de Noviembre. No recuerdo bien qué día era, sólo que el silencio me tomó la palabra, y que ya sólo se escuchaba el repiqueteo de las lágrimas de la que podría ser mi alma, que se deshacía en el capó de tu coche. Me abrazabas y me pedías perdón, como si sirviera de algo, y siento decir que no servía de nada. 
Mi mundo se derrumbó. 
Otra vez. 
Conmigo dentro. 
Otra vez.
Me abrazabas como si siguieras allí, como si no te hubieras ido. Y allí me deshice. Escuché cristales romperse en mi interior, sin saber si era yo o nosotros lo que se rompía, y me puse en armonía con la lluvia, me rompí en un silencio que sólo yo entendía y dejé que mi mundo hiciera lo mismo. Las palabras servían de poco, por no decir de nada. Podría ser bonito decir que morí en tus brazos, cuando creo que lo hice sola en medio de la nada, y encima sin tabaco. La vida se me escapaba de las manos y me importaba más bien poco, no tenía razones para agarrarla, al igual que nadie tenía razones para agarrarme a mí. Llevo demasiado tiempo cayendo de bruces contra el suelo sin que nadie me ayude a levantarme, y ya no quiero hacerlo. Creo que en el suelo se está más cómodo, pero la vida (la muy puta) no me deja quedarme sentada. Llevo tanto tiempo rompiéndome que ya no encuentro todos los trozos, y nadie me ayuda a encontrarlos.  
Dejé mi vida por ti, cariño, y tú te has ido de ella mucho antes de subirte al avión. Cambié mi vida por escribir triste y sobre el desamor, porque el amor me ha arruinado la vida. Y todo por ver tu sonrisa, y la avaricia rompió el saco, y tu sonrisa la mía.
La distancia nos está matando, a pesar de que estemos al lado. Supongo que nos hemos roto mucho antes que ayer, que sólo fue un poquito más. Y me asusta pensar que esto vaya a durar mucho. Mi vida, digo. Total, ¿qué soy sin ti, más que un montón de ruinas deshechas por la lluvia del norte? Dudo que haya ningún idiota más esperando romperse conmigo, que ya estoy rota. He desistido de vivir, cariño, y ojalá nunca olvides que alguien te quiso más que nadie. Te lo digo ahora por si mañana no me acuerdo de gritártelo cuando te vayas. Por si mañana mi garganta decide no hablar por mí, y se cierra en un nudo imposible de deshacer, como ayer. Así que te quiero, aunque supongo que ya importa poco, por no decir nada.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario